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No tengo nada que exigir a nadie, ni nadie tiene nada que exigirme a mi.
No soy de nadie y creo que en mucho tiempo no pretenderé ser tan si quiera metaforicamente.
No termina de convencerme ese rollo de los idealismos, sobre el amor sobre lo que sea, respecto a eso, sobran las palabras.
Simplemente soy mía y de mis pensamientos, que a ellos me debo.
Todo, todo eso que pienso que quiero conseguir, que conseguiré todo se lo debo a mis pensamientos.