El hecho de que hay una vida y ésta sea tan corta hace que las cosas multipliquen su valor.




domingo, 26 de febrero de 2012

Tranquilidad.

Serán por veces, no sé, ya nos las cuento son demasiadas equivocaciones.
Pero me siento bien, quizás cansada, pero bien, estoy conforme y sé que no corre prisa que el tiempo no se me acaba y si lo hace algo viví que me hizo querer estar así.
Quiero vivir en la conformidad en un lugar tranquilo.

martes, 21 de febrero de 2012

Me equivoqué.

No, de gracias nada.
Un olvidaré todo, porque es lo único que se puede hacer, pero gracias no, desde luego, haces perder el tiempo, excusas, promesas insustanciales, ni dentro de unos años ni nada, yo no pierdo el tiempo.
Porque hay personas que con las que perder el tiempo merece la pena, pero desde luego que con otras no.
Aunque a lo hecho pecho, me arrepiento.

Por un instante.

Pues es que si no me desentiendo de todo.
Si no lo consigo, me doy por vencida y me dejo llevar, que me lleve la corriente que fluya, que todo vaya conforme la marcha.
¿Cómo si no entonces?
Lo intenté por mis medios, es la segunda vez, y a la tercera va la vencida, dentro de un tiempo, volvería a carga.
Lo sé porque tengo mis fuerza, mi voluntad, mi ímpetu, pero una, una sola vez más, y lo dejaré un tiempo.

jueves, 16 de febrero de 2012

A mi nunca me pasan estas cosas, que por un instante la tristeza, me inunde.
No, no, no volverá a pasar jamás, no, me niego rotundamente.
Pero aún así gracias por este tiempo.

domingo, 5 de febrero de 2012

Según mis momentos.

Nos gusta esa imagen de la perfección absoluta, cuando nosotras estamos llenos de pequeños o grandes errores, somos la imperfección personificada.
Creemos que por enmendar un fallo tenemos el cielo ganado, el resto no importa, tan solo pensamos, llegará el día en que todo acabe, lo haya solucionado todo y sea feliz por completo.
Porque la felicidad, no trata de un bien material, sino mental.
Por actos nos guiamos, y nos guían sin permanecer inmunes a nada, todo nos daña, nos hace achicarnos con el miedo, las pasiones nos hacen grandes, los sentimientos débiles infinidad de cosas.
La vida de lo que realmente trata, es de vivirla, poco a poco o muy rápido, según quien la viva.
Yo prefiero ir a rachas, un día voy muy lenta, pisando suave sin hacer apenas ruido, cuando otro de repente piso todo lo fuerte que puedo pisar lo rompo todo y todos me miran.