No guarda relación aquello que creemos idóneo con la realidad.
Polos opuestos, distantes.
Diferentes, cada uno por su lugar no se llegan a cruzar jamás.
Porque para nosotros lo normal sería algo perfecto, algo irreal.
La perfección no existe ni a los ojos del más inteligente, ni el más idiota, ni a los del enamorado o el desencantado.
Son historias ficticias, cuando te das cuenta de los defectos, esa perfección por defecto desaparece por completo era irreal y ficticia, fue un simple error.
Nos equivocamos por el simple echo de ser humanos, existe un especie de bucle, se repite el mismo error, la misma situación ridícula y absurda.
Polos opuestos, distantes.
Diferentes, cada uno por su lugar no se llegan a cruzar jamás.
Porque para nosotros lo normal sería algo perfecto, algo irreal.
La perfección no existe ni a los ojos del más inteligente, ni el más idiota, ni a los del enamorado o el desencantado.
Son historias ficticias, cuando te das cuenta de los defectos, esa perfección por defecto desaparece por completo era irreal y ficticia, fue un simple error.
Nos equivocamos por el simple echo de ser humanos, existe un especie de bucle, se repite el mismo error, la misma situación ridícula y absurda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario