Por muy profundos que nos queramos creer seguimos siendo igual que los demás.
Seguimos demostrando lo mismo que hacen otros, lo que dicen lo que susurran y lo que no quieren decir.
Si es igual nadie lo puede cambiar aunque tú creas que eres la excepción, no existe.
Por dentro todos estamos echos de lo mismo y por fuera también el mismo material.
Solo somos máquinas con corazón.
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