Hoy no me ha dado vergüenza sin maquillaje, con ojeras después de una noche de fiesta despeinada y quizás mal vestida.
Cómoda he estado quizás sea por todo lo que pase, esa gran noche.
Recordando esas risas y hasta golpes, me duele todo, estoy dolorida por ser tan feliz, por estar con gente que de verdad, merece la pena.
Y lo mejor es que se que noches así aunque, cada una única habrán miles.
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